Por qué apoyar la lucha sindical
Internet y las redes sociales contribuyen en la desinformación, pues es fácil acceder a información deliberadamente tergiversada, insuficiente u omisa. La opinión vertida por algún parroquiano, si no está bien informado, contribuye a sesgar las posturas acerca de las actividades sindicales. Muchas opiniones están bastante alejadas de la realidad. Ni que decir tiene en el caso de los periodistas parcializados. Hay muchos ejemplos en redes sociales y en noticieros de opiniones poco informadas.
Es muy complicado y complejo tratar de esclarecer la desinformación. Es luchar contra una avalancha de opiniones e interpretaciones que se "postean" continuamente en los medios. Creo que la labor desde la universidad debe contribuir al esclarecimiento en la mente de nuestros estudiantes. Que no se olvide que en los fines del ITCR se dice: “Formar profesionales en el campo tecnológico que aúnen al dominio de su disciplina una clara conciencia del contexto socioeconómico, cultural y ambiental en que la tecnología se genera, transfiere y aplica, lo cual les permita participar en forma crítica y creativa en las actividades productivas nacionales”.
Estamos en un trance nacional, en donde como nunca se requiere de “una clara conciencia del contexto socioeconómico … en que la tecnología se genera, transfiere y aplica…” para que los futuros profesionales -que pronto se convertirán en asalariados y patronos- puedan “… participar en forma crítica y creativa..”. Por eso, opino que desde el TEC debemos pronunciamos en favor de la lucha sindical.
Otras universidades del país están mucho más activas que el TEC en esas lides. Por ejemplo, en la UNA se generó un informe donde se llama a los “… actores económicos, sociales y políticos a favorecer procesos de deliberación y diálogo social que permitan hallar fórmulas sensatas que eviten una catástrofe fiscal con insospechadas consecuencias ya no solo en la economía del país sino en la convivencia y la cotidianidad de la nación”. La UCR ha adoptado un rol protagónico también con pronunciamientos en los medios, y también se ha visto afectada en su autonomía.
Sé que la decisión de sumarse a un movimiento es algo mucho más serio que verter una opinión. En momentos de crisis económica, si se percibe en riesgo el empleo, la lucha laboral pierde prioridad para el trabajador, y se busca la protección del empleo. Sólo así se entienden algunas opiniones timoratas y defensivas. En el fondo, esa es una actitud entendible, y deteriora la capacidad de movilización. Aunque, quizás en la universidad, eso no debiera ocurrir.
¿Por qué en la universidad no debería prevalecer esa actitud tímida? Porque somos la conciencia lúcida de la sociedad, es decir, nos corresponde aportar claridad en la expresión y en el razonamiento. Porque de esa timidez se aprovechan los gobiernos para legislar en contra de los más vulnerables. Porque los impuestos regresivos erosionan la situación laboral y desfavorecen los salarios. Porque más que formar trabajadores y empresarios, el TEC debe formar personas, conscientes de que la paz social es amenazada por la imposición gubernamental y empresarial en las relaciones laborales. Porque al final de cuentas el desarrollo de los territorios depende de la generación de empleo de calidad, muy distinto a la simple generación de empleo.
Con la desinformación aparecen peligrosas opiniones que desprestigian la labor sindical, y a quienes la apoyan. Es preocupante cómo se sataniza el legítimo derecho a la huelga, cuando estamos en un país democrático y bajo un régimen de derecho. Hasta ahí, para no mencionar el tema de la corrupción que es un flagelo para la paz social, y que los trabajadores universitarios debiéramos levantar la voz, mientras otros lo justifican.
Por todo ello, opino que estando en una coyuntura difícil para el país, no es tiempo de buscar culpables, sí de asumir la responsabilidad. La mía como universitario pasa por contribuir al sano debate, creando conciencia social acerca de cómo actuar para legar un mundo más justo y equitativo. Desde el TEC me corresponde “participar en forma crítica y creativa”, según el fin de esta hermosa institución.
La crítica rigurosa y constructiva nos ayuda a reflexionar y a ser mejores. Démosle más espacio desde el TEC. Porque los que libran la lucha sindical no son ladrones, ni sinvergüenzas, ni corruptos, ni vagabundos, ni defensores de privilegios, … Son personas que, como usted y como yo, defienden su salario y su empleo, y quieren un mundo mejor.